“Si el presente trata
de juzgar el pasado, perderá el futuro…” Winston Churchill
El pasado viernes 5 de Agosto, asistí
a ver la obra de teatro que lleva este nombre, en el Centro Cultural Helénico.
La duración es de casi 2:30 horas, a pesar que habla de un conflicto de un país
muy lejano y que tiene ya 70 años, la obra presenta temas muy actuales ademas que se
siente fresca, ya que habla de: Intolerancia, negociaciones y como el destino
de todo el mundo recae en unos cuantos y la carga de valores que estos
personajes tienen.
¿Alguien podría creer, que
durante los primeros 15 días de gestión como Primer Ministro de Inglaterra,
Winston Churchill tuvo que tomar la decisión más importante en la historia de
la Reino Unido? Esto ocurrió entre el 26 y el 28 de Mayo de 1940, cuando Hitler
tenía en sus manos a Europa, a los soldados franceses e ingleses arrinconados
en las costas de Dunquerke con la moral en un hilo, Estados Unidos actuando
como un ajeno, es entonces cuando el gabinete de guerra ingles considera pactar
un tratado de paz y no agresión con Hitler, donde perderían colonias y territorios
importantes del imperio. Churchill en un acto de dignidad convence al gabinete,
con el ex Primer Ministro Chamberlain incluido, de ir a la guerra y no pactar con
el alemán pues sabía que a pesar del pacto, Hitler rompería su acuerdo, como lo
hizo con el Pacto de Múnich (1938 ) y terminaría invadiendo Reino Unido para
apoderarse de lo que para él era el botín de guerra más preciado, poner un pie
en Inglaterra y ondear la bandera Nazi en el palacio de Windsor.
La obra funciona en varios niveles, además de ser un regalo histórico, los personajes son conmovedores, bien montada, iluminada y con una escenografía perfecta. Los actores son de primer nivel y el protagonista Sergio Zurita guarda un parecido impresionante con Churchill, lo que hace aún más convincente lo que sucede en el escenario.
Esta obra debería estar montada
en Broadway, por la calidad, el gran libreto y en especial porque la obra toca
el tema del problema que la intolerancia de una persona poderosa puede acarrear
para ciertos sectores de la población y el mundo. Es aquí donde más me dejo
helado esta obra, a pesar de que conocemos las consecuencias del holocausto,
hemos sido testigos de masacres y violaciones a los derechos humanos, el imbécil
de Donald Trump se encuentra en la antesala de la presidencia del país más
poderoso del mundo, más no evolucionado. Parece que no hemos aprendido de
nuestros errores y una obra así, podría despertar conciencia en los electores estadounidenses.
“Jamás en la historia de la humanidad el
destino del mundo dependió tanto de la voluntad de un solo hombre…” Stalin
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